La orografía y con profundos terrenos arcilloso-calcáreos, cubiertos de cantos rodados a altitud media que ronda los 750 metros junto al clima Mediterráneo templado influyen en la elaboración de vinos con buen cuerpo y grado.
Los tintos de crianza se caracterizan por sus colores desde el rojo rubí al cereza, sus aromas limpios e intensos y su gusto con notas de fruta roja, notas avainilladas y torrefactadas con toques ligeros de cacao.