Los vinos blancos de la rioja, desde hace ya casi un siglo, se elaboran a partir de tres variedades de uva, viura, garnacha blanca y malvasía. Hace ocho años se aprobó la incorporación de otras seis variedades: tres autóctonas, maturana blanca, tempranillo blanco y turruntés; así como chardonnay, sauvignon blanc y verdejo.