Los vinos tintos jóvenes, en este caso el Rioja, terminan su fermentación alcohólica, que tiene una duración de 10 o 20 días dependiendo de la temperatura, además realizan la fermentación llegando a obtener un ácido más suave y estable llamado ácido láctico.
Éste vino tinto joven una vez que se va a comercializar se clarifica y estabiliza para asegurar la limpieza del producto embotellado.
El Mejor vino tinto joven del año concedido en los Premios de la Guía Gourmet 2018