Los vinos tintos extremeños se producen en su mayoría con uvas de las variedades Tempranillo, Merlot, Garnacha tintorera, Garnacha tinta, Cabernet sauvignon y Syrah. Para los blancos, en cambio, se prefieren las variedades Cayetana, Pardina, Macabeo, Alarije, Eva o Beba, Montúa y Pedro Ximénez, aunque también se suelen utilizar en menor cantidad las variedades Chardonnay, Cigüente, Malvar y Sauvignon blanc.